La Navidad tiene su origen en una fiesta religiosa pero que actualmente se celebra en todos los ámbitos.
Me paro un poco a pensar en ella, en lo que en realidad hacemos: comidas, reuniones familiares, cenas con amigos, regalos y alguna pequeña vacación.
¿Pero por qué la mayoría decimos que no nos gusta la Navidad? Menos los más peques, claro.
Creemos que todos lo decimos porque no queremos pensar, no queremos pensar en otras navidades por los motivos que sean felices o tristes.
Si fueron felices, había ilusión, risas y alegrías pues fácil que en las siguientes navidades no se repita esa magia. Y si fueron tristes por ausencias, enfermedad, o falta de ilusión a nadie le gusta pensar en ello, aunque las siguientes navidades sean mucho mejores.
Creemos que lo mejor es relajarse, respirar hondo y pensar en el momento actual, no en el pasado, ni en el futuro e intentar vivir estos días con mucha tranquilidad, pero que con mucha tranquilidad, intentando poner de nuestra parte lo mejor de cada uno de nosotros y apreciar lo que nos da la vida en cada momento sacando de cada momento lo mejor porque todo es efimero en la vida; la salud, la familia, los amigos, el trabajo, la belleza y sobretodo la felicidad.
La verdadera felicidad está en intentar hacer felices a los demas. Eso es mas gratificante que cualquier otro tipo de felicidad.
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