Virgen de Valencia, un año más.

Poco hay que contaros de la fiesta de la virgen de Valencia, que no hayáis vivido los vecinos de Piélagos en alguna ocasión, porque aunque pasan los años y pasan distintas personas y generaciones al final siempre es igual.
Una pequeña ermita escondida entre el follaje y los arboles antes, rodeada de un campo muy bonito,  limpio y cuidado hoy. Situada en un monte en el que cuando subes allí las vistas son espectaculares, se visualiza todo el valle con sus casas, prados y alguna que otra vaca que nos queda. También los edificios de pisos mas o menos grandes que han ido surgiendo a lo largo de los años y las dos fabricas que durante muchos años nos dieron de comer a los habitantes del valle, aunque por desgracia cada vez necesita menos mano de obra. Las pequeñas naves de talleres, las iglesias tanto de Vioño como de Renedo, las carreteras, los coches cada vez mas abundantes y todo alrededor del río, nuestro rio Pas...

Bueno, que me voy por peteneras.... pues en esa pequeña ermita está la pequeña Virgen de Valencia. Cuántas generaciones habrán visto esta imagen, cuántas peticiones, penas y lamentos habrá escuchado. Y cuánto agradecimiento y amor habrá recibido.

El dia de la fiesta se engalana la ermita y no caben las flores que los fieles quieren regalar a su Virgen, la gente madruga para asistir a la primera misa y durante todo el dia es visitada por los diversos vecinos que se acercan a verla.

Cada persona que acude a la fiesta lo hace por distintos motivos que año tras año suelen ser siempre los mismos. La gente mas mayor suele madrugar para ser los primeros y para repetir una costumbre de muchos años, muchos acuden por una promesa y de paso ver a los amigos y conocidos que igual no vuelven a verse hasta el año siguiente.

Los adultos gustan reunirse entorno a los distintos chiringuitos y degustar una buena cerveza hablando del trabajo, la crisis la politica y por supuesto del futbol. Las señoras al mismo tiempo hablamos sin parar de los hijos y en muchos casos ya de los nietos y también no nos queda ya mas remedio que hablar de la salud y de las enfermedades que siempre estan presentes en todas las familias.  Luego están los jovenes con sus hijos pequeños y sus nuevas familias, la pandilla de toda la vida, y ven reflejado en los ojos de sus niños la misma ilusión que algun dia ellos mismos sintieron.
Despues vienen los adolescentes con su gran vitalidad, que parece que nunca se agota, buscando vivir un gran dia, en el empiece de su despertar a la vida y al amor, quizas sean los que mas espectativas se crean pensando en ese dia, espectativas que pocas veces se suelen cumplir como ellos habian soñado... y por ultimo los peques con toda su alegria y vitalidad siempre en el centro de esta gran reunion familiar.

Yo aunque no suelo subir muy amenudo (como le pasara a mucha gente) siempre este 8 de septiembre esté donde esté tengo un recuerdo para mi Virgen de Valencia y me vienen a la mente infinidad de recuerdos agradables.
Recuerdo siendo niña cuando mi padre me llevaba sobre sus hombros para subir la larga cuesta, recuerdo el mantel de cuadros sobre la hierba, recuerdo lo rica que estaba la tortilla de mi madre, recuerdo mis años divinos y locos de adolescente cuando en una hora podías vivir y sentir casi mas que en toda una vida. Recuerdo subir con mi novio, hoy mi esposo, con la pandilla y los amigos. Recuerdo subir con mis hijos pequeños, tantos y tantos recuerdos de ese dia buenos y malos a lo largo de tantos años...

En este próximo 8 de septiembre os deseo un bonito dia para el recuerdo y que durante muchos años volvamos a repetir un nuevo dia de la Virgen de Valencia.