Estamos en otoño, aunque tengamos poco tiempo para
disfrutarlo es quizás la estación más bonita, con mas color, y aunque los días
tienen menos luz el color de los arboles es precioso con una mezcla de lo más
variada que va desde los ocres marrones y amarillos a los verdes.
Mires a donde mires esta mezcla se manifiesta a nuestro
alrededor aunque la mayoría de las veces no somos conscientes de ello, no hay
tiempo de parar, de contemplar, de soñar, vivimos muy deprisa, la vida, la
sociedad actual exige muchas cosas y lo que menos podemos hacer es pararnos.
El mes de septiembre empieza siempre con mucha actividad,
nuevo cambio de horario, colegios, trabajo, casa, comidas, etc… en fin la
"guerra", la lucha diaria, no hay tiempo para más.
También en MARVE este mes empieza con mucho trabajo, hay que
despedir el verano, hacer balance para volver nuevamente a comprar para el próximo
verano. Al mismo tiempo es cuando llega la mayor parte de la mercancía de
invierno que es mucho más voluminosa que en verano. Llegan los cálidos pijamas,
las batas con su tacto aterciopelado, los interiores, los calcetines y
leotardos con su gran variedad de colores, las amorosas zapatillas para
calentarnos los piesecitos etc. Todo esto lleva mucho tiempo y trabajo pero ya
es parte de nuestra rutina de muchos años, aunque hay que reconocer que a veces
al final del día estamos agotados.
Por eso en estos días de otoño, bonitos, cálidos e
irrepetibles yo creo que todos deberíamos detenernos un poco, solo un poco y
soñar.
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